Faltan pocos días para la boda de mi hija. Pronto llegarán docenas de invitados de fuera de la ciudad y quiero asegurarme de que estén bien atendidos, alimentados, entretenidos y, en última instancia, contentos de haber venido.
¿Por qué? Porque, como dijo una vez la poeta Maya Angelou, lo que haces sentir a los demás es lo que recordarán.
La amabilidad es la capacidad de hacer que los demás se sientan bienvenidos y cómodos, de anticipar sus necesidades antes de que sepan que las tienen y hacerlo de una manera que parezca natural y sin esfuerzo.
Esa última parte es el problema. Por mucho que me gustaría que todos los invitados creyeran que todo este asunto sucedió mágicamente, porque parte de ser amable es exudar gentileza con la misma facilidad con la que un pájaro emprende el vuelo, ese, simple y hilarantemente, no es el caso.
Mi cerebro es una tormenta de inquietudes, un torbellino de preocupaciones: ¿tenemos suficientes boutonnieres, champán y opciones sin gluten? ¿A quién tengo que darle propina y cuánto? ¿Qué pasa si los invitados empiezan a hablar de política? ¿Puedes ver mi línea Spanx a través de mi vestido?
Como señal de mi sobrecarga mental, los detalles domésticos se están deslizando. Me olvidé del perro en la peluquería. Dejé ropa en la lavadora durante dos días. Dejo las llaves del coche en el contenedor de verduras. Mi marido pregunta con cautela: “¿Estás bien?”
“Sí. No”, le digo.
Mientras reflexiono sobre lo que significa ser un anfitrión amable, ya sea que se trate de una cena íntima o de una gran boda, pensé que este sería un buen momento para repasar la gentileza. Esto no solo es lo más importante para mí, sino que, dado que se acercan unas elecciones polémicas y poco después las vacaciones, y porque apuesto a que habrá una gran demanda y escasez de cortesía, todos podríamos beneficiarnos. Entonces, encuesté a algunos expertos en etiqueta y a algunos de mis amigos más sofisticados y recopilé estas pautas de cortesía tanto para anfitriones como para invitados.
Ser un anfitrión amable…
1. Proporcione detalles. Anticípate a las necesidades de tus invitados y atiéndelas antes de que te lo pregunten. Además de la hora, fecha y lugar de un evento, los invitados agradecen saber el código de vestimenta, dónde estacionar, opciones de menú y dónde hospedarse.
2. Céntrese en la comodidad. Si la fiesta es al aire libre, tenga preparadas cestas con mantas. Asegúrate de tener suficientes asientos, comida y bebida.
3. Haga que los invitados se sientan personalmente reconocidos. Acabo de asistir a una despedida de soltera donde la anfitriona tenía amuletos de vino con el nombre de cada invitado en las copas. Ese pequeño pero personal toque me hizo sentir muy bienvenida. “¡Oh, me están esperando!” Con grupos grandes, trate de recordar nombres, pregunte a los invitados sobre ellos mismos. Y recuerde: la persona que habla más suele pasar el mejor momento.
4. Controversia de la falda. Nada arruina más rápido una fiesta que una discusión. Es posible que los anfitriones necesiten intervenir para mantener agradables las conversaciones. Ante las acaloradas elecciones presidenciales que se avecinan, recuerden que, independientemente de lo que piense una persona, aproximadamente la mitad del país piensa lo contrario. El objetivo de la fiesta no es cambiar de opinión, sino pasar un rato agradable.
5. Haz que todo parezca sencillo.
Para ser un invitado cortés…
6. Confirme su asistencia con prontitud. Si recibe una invitación, informe al anfitrión lo antes posible si asistirá o no. No los dejes colgados ni hagas que te persigan.
7. No vengas con las manos vacías. Si eres un invitado a una fiesta o a una cena, un pequeño obsequio de anfitriona, como una botella de vino, una caja de dulces, un poco de pan de calabaza casero, flores de tu jardín o una vela aromática, son buenos gestos.
8. No traigas a otras personas no invitadas. A menos que se indique específicamente, no asuma que su acompañante o sus hijos están invitados.
9. Esté presente. Por favor, guarda tu teléfono. Aún mejor, apágalo. Saca tus airpods y evita fotografiarte excesivamente. Los grandes invitados participan, entablan conversaciones educadas y se centran en los demás mostrando interés en ellos.
10. Vístase con respeto. Honra a tus anfitriones vistiéndote apropiadamente. En caso de duda, sube de nivel. Meter y planchar lo que se debe meter por dentro y planchar. Hombres, quítense el sombrero adentro.
11. Corresponder. Si alguien te invita a cenar a su casa, devuélvele el favor. Si no cocinas, llévalos a un evento deportivo.
12. Envía una nota de agradecimiento. Si alguien le hace un regalo, incluido el de una agradable noche de fiesta, envíe por correo una nota de agradecimiento escrita a mano. Este no es un gesto pasado de moda. La amabilidad nunca pasa de moda.
Ahora si me disculpan, seguramente me estoy olvidando de algo….
Marni Jameson es autora de siete libros, entre ellos “Tamaño adecuado hoy para crear su mejor vida mañana”, “Qué hacer con todo lo que posee para dejar el legado que desea” y “Reducir el tamaño del hogar familiar”. Comuníquese con ella en marni@marnijameson.com.