Mirando por la ventana, viendo el cielo gris y el aire brumoso, no hay nada mejor que acurrucarse bajo una manta con una taza de té caliente y escribir un nuevo episodio de EL RUIDO DE – ahora, es una constante tan confiable en mi vida que me brinda el mismo consuelo que el abrazo de un ser querido. Triste cuando lo piensas, pero aquí estamos, con un mes lleno de buenos lanzamientos detrás de nosotros, y te guiaré a través de esa ruidosa jungla. Toma mi mano, niño.
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