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Iglesia de las drogas – “Mojigata” – Todo es ruido

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Iglesia de las drogas – “Mojigata” – Todo es ruido
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Todos tenemos esa banda con la que somos culpables de dormir mientras todos y su madre te los recomiendan. Bien, Iglesia de las drogas es exactamente esa banda para mí. El grupo ha estado en la punta de la lengua de mucha gente por lanzar consistentemente su propio estilo de post-hardcore álbum tras álbum y, con razón, han ganado mucho reconocimiento. Sin embargo, cuando siento que una banda ya está siendo reconocida y todos los escuchan, me siento menos inclinado a escucharla. El cerebro tonto toma decisiones tontas.

Posiblemente la única razón por la que finalmente saqué el dedo y le di Mojigato, Iglesia de las drogasquinto lanzamiento de estudio, una posibilidad es porque el héroe incondicional, actual Jueves guitarrista y único creador/escritor de contenido para una revista web incondicional AntimateriaNorman Brannon (también ex-guitarrista Texas es la razón y resurrección) realizó una entrevista reveladora y divertida (que ahora está detrás de un muro de pago de Substack) con Patrick Kindlon, cantante de Iglesia de las drogas. Los dos pasaron mucho tiempo discutiendo la educación de Patrick y sus pensamientos sobre las escenas en las que creció que, en última instancia, pintan la imagen de alguien que hace esto porque es su liberación. Le podría importar un carajo lo que yo o cualquier otra persona piense.

Dicho esto, probablemente debería pasar a la parte de la reseña donde les digo lo que pienso… bueno, como era de esperar, creo que es genial, pero por muchas razones supongo que no me lo esperaba.

En primer lugar, no esperaba un álbum tan pegadizo y bien producido. Me recuerda a Torniquete en un par de maneras, como en el sentido de que hay mucho encanto melódico en los riffs y dinamismo en la sección rítmica. Demonios, los riffs de “The Bitters” o “Demolition Man” podrían encajar bastante bien en BRILLAR.

En segundo lugar, similar a BRILLAReste es a la vez un álbum hardcore y tampoco un álbum hardcore. Tiene toda la sensibilidad de las bandas de hardcore que estos muchachos probablemente crecieron admirando, pero con muchos sabores de grunge y punk rock que son bienvenidos para quienes los escuchan por primera vez. Iglesia de las drogas no se disculpan por hacer lo suyo y eso se refleja en su música.

Mientras que Nick Cogan (guitarra), Cory Galusha (guitarra), Patrick Wynne (bajo) y Chris Villeneuve (batería) ofrecen música fresca y excelente, a veces confusa y enojada como en “Mad Care” o maravillosamente pop punk como en “Slide 2 Me” o “Yankee Trails”. Hay tantas texturas y estilos diferentes que ofrece la banda que van mucho más allá de riffs trepidantes y baterías frenéticas.

Antes de escuchar este álbum, ya había deducido de su entrevista que Kindlon era una especie de letrista. Tiene un enfoque narrativo descriptivo pero sorprendentemente sencillo que se beneficia de su forma de expresarse, en su mayoría tensa, similar a la palabra hablada. Hay un verdadero talento para compartir perspectivas sobre diversos temas, como discutir un sentido de propósito en “Demolition Man” y fugitivos en “Hey Listen”, o incluso un robo a mano armada que salió mal en “Slide 2 Me”, por nombrar solo algunos. Como que no sabes lo que obtendrás con cada canción. A veces es una visión amarga del abuso y abandono de las personas que trabajan en esos trabajos por parte de la industria minorista y de servicios, otras veces es una narración divertida del plan descabellado de un primo para sacarle dinero de las drogas a su madre.

Habiéndose sentado con Mojigato por un momento, y me di algo de tiempo para escuchar algunos de Iglesia de las drogasDe los álbumes anteriores, creo que sonoramente este es el mejor que han sonado. Es una progresión natural, más pegadiza y mejor producida desde Higieney es muchísimo más positivo que el de 2018. Alegría. Con su quinto álbum, Iglesia de las drogas aparentemente han refinado y condensado su sonido, acurrucándose aún más en el nicho que se han labrado a lo largo de los años. Pero no se tuerzan, no están acurrucados durmiendo, sigue siendo música enojada con un ligero cambio en el punto de vista de que las cosas pueden mejorar y puedes encontrar un propósito en la vida.

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