Arnold Schwarzenegger tuvo algunos invitados inesperados para el Día de Acción de Gracias.
La policía respondió a una posible amenaza de bomba en la casa del actor de “Terminator” en el área de Los Ángeles el jueves. según TMZ.
Fuentes del Departamento de Policía de Los Ángeles le dijeron al medio que la policía recibió una llamada sobre una bomba que supuestamente fue colocada en el buzón de Schwarzenegger. Sin embargo, las autoridades no encontraron ningún dispositivo explosivo en la propiedad cuando llegaron, según el informe.
Según los informes, el exgobernador de California, de 77 años, estaba entrenando mientras se desarrollaba la búsqueda.
La seguridad de Schwarzenegger dijo a los oficiales que sería prácticamente imposible que alguien hubiera colocado una bomba, ya que el actor convertido en político tiene seguridad las 24 horas del día, los 7 días de la semana y vigilancia por video.
Según los informes, la policía de Los Ángeles está tratando la situación como una paliza y no se han realizado arrestos.
Los representantes del actor de “Predator” no respondieron de inmediato a la solicitud de comentarios de Page Six.
Antes del susto, Schwarzenegger pasó los días previos al feriado retribuyendo a la comunidad.
El martes, el famoso actor se asoció con su coprotagonista de “True Lies”, Tom Arnold, para repartir pavos en el Centro Juvenil Hollenbeck en Los Ángeles.
Según se informa, los voluntarios entregaron más de 1.000 aves congeladas, así como tortillas y otros productos a las familias locales, que comenzaron a hacer cola alrededor de la cuadra a las 2 de la madrugada.
Schwarzenegger participa en el evento anual desde hace más de cuatro décadas.
“Lo pasé muy bien”, dijo al Ritmo de Boyle Heights. “Me hizo sentir tan bien que desde entonces he estado haciendo esto todos los años”.
“Para mí, es un gran placer volver a donar los pavos… porque sé que toda esta temporada se trata de compartir”, continuó. “Amo a Estados Unidos y Estados Unidos me recibió, como inmigrante, con los brazos abiertos”.
El nativo de Austria reflexionó sobre su primer Día de Acción de Gracias en Estados Unidos y explicó que nunca había sentido un sentido de comunidad tan fuerte.
“Cuando llegué a Estados Unidos en 1968, ni siquiera sabía qué era el Día de Acción de Gracias… la gente del gimnasio simplemente venía a mi departamento vacío y traían sábanas, cubiertos, platos, comida y una radio”, recordó.
“La generosidad del pueblo estadounidense fue extraordinaria. Siempre recordaré esas cosas”.