La ciudad de Greater Sudbury tiene un nuevo poeta laureado. Alex Tétreault es la octava persona que ocupa este cargo, por un mandato de dos años.
“Estoy muy entusiasmado, muy emocionado. También un poco nervioso por lo que viene”, dijo.
La experiencia de Tétreault está en el teatro, pero dice que la poesía está en el corazón de todo arte.
“Una vez que eliminas todo lo demás, es como la pepita de bondad de la diversión, ya sabes, el impulso de querer tener una conversación con la gente y cambiar de opinión”, dijo.
“La poesía está en todas partes.”
Tétrault nació y creció en Sudbury. Como poeta laureado quiere compartir lo que ama de la ciudad y también demostrar que el arte puede ser para todos.
“Las artes no son algo elitista que está tan lejos, tan alejado de cualquiera”, dijo.
“Estamos rodeados de poesía todo el tiempo. Por eso realmente quiero animar a la gente a explorar un poco ese lado de sí mismos”.
Tétreault es bilingüe y escribe tanto en inglés como en francés. La primera mitad de su poema inaugural como poeta laureado comienza en francés y termina en inglés.
Como miembro de la comunidad 2SLGBTQ+ de Sudbury, Tétreault dice que parte de su identidad se refleja en su trabajo y poesía.
“Como artista queer, la mayoría de las cosas que escribo son excepcionalmente alegres, divertidas, extravagantes y cursis”, dijo.
Aquí está el poema inaugural y sin título de Tétreault como poeta laureado:
On laisse tomber nos fardeaux et nos masques à la porte. Assis autour du premier feu de camp du printemps, j’ai un bâton à marshmallow dans une main, un cidre rendu tiède dans l’otre. Colgante que notre boucane camoufle les étoiles, on se donne des nouvelles. On parle de tout et de rien, on sort le méchant. Quelqu’un va me passer sa tondeuse demain matin parce que mon parterre comienza à compatié. On imagine dessolutions aux plus grands problèmes de l’humanité, rien de moins. Quelqu’un dans le hot tub lâche une joke plate. Le host lance deux bûches dans les braises, signalant qu’on y est encore pour un peu.
Cuando las salchichas salen de la parrilla, el tiempo se detiene. No sabemos lo que nos deparará el mañana, pero lo único que importa es esto, este lugar, esta gente, el futuro convirtiéndose en esta página en blanco, una historia que podemos escribir. Esta noche aparentemente pequeña e insignificante en un patio trasero de Patterson Street es sólo uno de los muchos pequeños momentos que suceden esta noche. Estos pequeños estallidos de alegría, de celebración, de conmiseración, de tristeza, de humanidad nos unen a todos unos con otros. ¿Quién podría alguna vez descubrir dónde comienza o termina algo? Pero, claro está, ¿por qué querríamos hacerlo?