“Uno de los mejores productores de Borgoña nos preguntó si podían utilizar nuestras etiquetas en todas sus botellas. Luego podemos crear un paso adicional para que cuando compres la botella, digamos al distribuidor en el Reino Unido o en los EE. UU., puedas agregar la botella a tu billetera”, dice. “Pero ahora, la idea es que Saca la botella sólo cuando quieras beber el vino. De lo contrario, no tiene sentido porque estás quitando la botella de la cadena de procedencia perfecta”.
Gaetano admite que, estrictamente hablando, el sistema de Cruated no impide que los estafadores dedicados cambien el contenido de una botella (si pueden eludir la etiqueta NFC en el cuello), pero dice que una autenticación confiable proviene de no permitir nunca que se desconozca el paradero del vino. para.
Si necesita determinar si un vino es auténtico, necesitará una solución tecnológica completamente diferente. Algunas bodegas han empleado técnicas de impresión avanzadas para sus etiquetas, incorporando hologramas e imprimiendo con tintas invisibles, pero el verdadero premio es un proceso de autenticación de lo que hay dentro de la botella.
La cantidad de parámetros diferentes a analizar (la edad del vino, su lugar de origen, su composición química) significa que el problema ha sido atacado de diferentes maneras. Un equipo de la Universidad de Adelaida fue capaz de demostrar que la espectroscopia de matriz de absorbancia-transmisión y excitación-emisión (A-TEEM), esencialmente un escaneo muy sofisticado de una muestra, podría determinar de manera confiable el año de cosecha de una selección de vinos Shiraz, asociando también con precisión cada uno con una subregión particular de la zona del valle de Barossa.
Del mismo modo, diferentes los estudios han demostrado que la espectroscopia de resonancia magnética nuclear (RMN), que funciona de manera similar a un escáner de resonancia magnética, puede detectar diferentes niveles de deuterio, un isótopo de hidrógeno y diferentes aminoácidos en el vino, lo que permite a los científicos identificar diferentes cosechas y tipos.
El terroir de un viñedo puede tomar “huellas dactilares” en términos de las precipitaciones que recibe, y se sabe que diferentes áreas tienen agua de lluvia químicamente distinta: artículo de 2007 demostró que el análisis de “isótopos estables” dentro del agua utilizada para elaborar el vino podía distinguir con precisión entre diferentes regiones de California y Oregón.
Quizás sea sorprendente que incluso los expertos más renombrados reconozcan que puede ser imposible detectar una falsificación por el olfato o el gusto, sin importar cuán matizada sea la paleta. Pero donde el olfato de la humanidad es derrotado, una máquina todavía puede olfatear la verdad. Un equipo de académicos de múltiples instituciones publicó un papel en 2023 que demostró que al utilizar un método llamado cromatografía de gases para analizar los perfiles aromáticos de 80 vinos de Burdeos, podían distinguir entre cosechas de siete fincas particulares en las orillas izquierda y derecha del río.