Un juez federal ha puesto fin, al menos temporalmente, al uso de la canción “Hold On, I’m Coming” por parte de la campaña de Donald Trump en medio de una demanda presentada por los herederos de Isaac Hayes.
El juez de distrito estadounidense Thomas Thrash concedió una moción de medida cautelar en una audiencia en Atlanta hoy.
Los herederos de Hayes demandaron a Trump y a su campaña, junto con otros acusados, alegando que el uso de la canción en los mítines infringía sus derechos de autor sobre la obra. El coautor de la canción, David Porter, que la escribió con Hayes en 1966, también dijo que no autorizó su uso. La canción fue grabada originalmente por Sam & Dave.
Sin embargo, la campaña de Trump afirmó que tenía permiso a través de una licencia de BMI obtenida el 30 de noviembre de 2022. También afirmó que el patrimonio de Hayes no era el titular de la licencia, sino que lo era Universal Music Publishing.
Pero los herederos de Hayes dijeron que la campaña de Trump se “equivocó” al leer un registro de cesión de la Oficina de Derechos de Autor de 2024. Los abogados también sostuvieron que la licencia fue cancelada hace casi tres meses mediante una carta de BMI, pero la campaña de Trump continuó usándola casi 30 veces desde entonces.
El fallo del juez básicamente detiene el uso de la canción por parte de la campaña de Trump mientras el caso sigue su curso. Los herederos de Hayes han exigido el pago de 3 millones de dólares por el uso de la canción.
El juez rechazó una moción para ordenar a la campaña de Trump que elimine las redes sociales y otras publicaciones en las que se usa la canción.
La disputa legal es uno de los enfrentamientos más destacados entre músicos y artistas y la campaña de Trump sobre el uso de su música.
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